Pocas naciones pueden presumir de tener reales políticas de igualdad. Un reciente estudio en 151 países mostró que apenas 9 de ellos tienen una mujer al frente del Estado. 100 años después de las primeras reivindicaciones femeninas, queda mucho camino por andar
Un nuevo estudio de la Unión Interparlamentaria muestra que la media global de mujeres parlamentarias alcanzó el 18.8%, aumentando casi un 8% en los últimos 15 años. Sin embargo, existen sólo 9 mujeres entre los 151 jefes de Estado elegidos en el mundo.
Quince años después, tras la 4ª Conferencia Mundial sobre Mujeres, celebrada en China, se han registrado progresos importantes en la participación femenina en el parlamento y en el poder ejecutivo, a nivel global.
Esa es la principal conclusión de un informe divulgado por la Unión Interparlamentaria (UIP), conjuntamente con el Mapa de las Mujeres en la Política en 2010, durante la 54ª sesión de la Comisión sobre el Estatuto de la Mujer, que transcurre en la sed de la ONU, en Nueva York.
Según el estudio, hasta el inicio de este año, la media global de mujeres parlamentarias alcanzó cerca del 19%, un aumento de casi el 8% en 3 lustros.
Pero a pesar de los avances, casi no hubo alteración en el número de parlamentos donde las mujeres no tienen representación: del 13% en 1995 pasó al 10% en 2010.
Las mujeres ocupan el 16% de cargos ministeriales. En países africanos como Cabo Verde, y países europeos como Finlandia, Noruega y España, más de mitad de los ministerios son ocupados por mujeres.
La mayoría de los Estados sin representación femenina en el gobierno están en el Caribe, Pacífico y en el mundo árabe. El estudio de la UIP muestra que progresos a nivel del liderazgo de Estado son todavía más lentos. Sólo hay 9 mujeres entre 151 presidentes, lo que representa el 6% del total mundial. Otra conclusión es que hay más diversificación en los cargos ocupados. Las mujeres dominan posiciones relacionadas con cuestiones sociales, infancia, juventud y medio ambiente.
100 años de reivindicaciones, pero ellas aún enfrentan la peor parte
Desde el primer día de la Mujer hasta este, 100 años después, se ha avanzado mucho en materia de igualdad y el mundo no debe permitir retrocesos, antes bien, hacen falta muchos avances. Un siglo después de las primeras reivindicaciones de igualdad, todavía hoy mujeres y hombres no disfrutan de los mismos derechos en ningún lugar del planeta.
A nivel global las mujeres aportan el 70% de las horas trabajadas recibiendo sólo el 10% de la renta. Las campesinas en los países del sur producen del 60% al 80% de los alimentos pero sólo poseen el 1% de la tierra.
Además, ellas tienen menos poder y presencia en la política que los hombres. A escala mundial, las mujeres ocupan sólo un 18.4% de los escaños en parlamentos nacionales y sólo 19 países han alcanzado la meta del 30% establecido por Naciones Unidas.
Las mujeres y las niñas representan dos tercios de las personas analfabetas y cada minuto muere una mujer por complicaciones en el embarazo.
A un siglo de la primera celebración del Día Internacional de la Mujer, todavía en el año 2010, continúan existiendo los matrimonios concertados, forzados y a edades tempranas. La mutilación genital femenina sigue siendo una práctica habitual en multitud de países.
Las mujeres y niñas son utilizadas como armas de guerra o esclavas sexuales en los conflictos. La violencia doméstica, lejos de disminuir, aumenta… Y la pobreza sigue teniendo el mismo rostro: el de una mujer.
Diversas organizaciones sociales han aprovechado esta fecha conmemorativa para recordar que las desigualdades ancestrales entre hombres y mujeres continúan existiendo en todo el mundo, en los países más desarrollados y en los económicamente más desfavorecidos; en todos.
Y esta discriminación es uno de los principales obstáculos que se presentan en la evolución de pueblos y naciones, algo en absoluta discordancia con lo proclamado en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), firmados y ratificados por todas las naciones del mundo.