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Chile pone en marcha el proyecto Residencias de la Memoria

Un placa recuerda dónde vivió una de las víctimas de la dictadura chilena | Imagen: Museo de la Memoria y los DDHH

Un proyecto inspirado en una acción alemana en memoria de los judíos instalará placas para recordar los lugares donde vivieron las víctimas de la dictadura de Pinochet

CdP/Pressenza.- Se llamaba Carlos Antonio Vargas Arancibia. Tenía 34 años cuando el 29 de mayo de 1975 fue detenido. Nunca más volvió a saberse de él. Desde el pasado viernes, y gracias al proyecto «Residencias de la Memoria», una placa con su nombre recuerda el lugar donde vivió.

“Tengo que reconocer que viví con un rencor muy grande, estuve 18 años pensando que él nos había abandonado a mí y a mi hija de dos años, y yo creí todas las mentiras de su desaparición. Por eso estoy eternamente agradecida de cada uno de ustedes, porque esto va a significar un recuerdo eterno para nosotros, también les agradecemos por ayudarnos a saber la verdad”. Con estas palabras agradecía su esposa, Amanda Rojas, la iniciativa.

“Residencias de la Memoria” es un proyecto financiado por la Wold University Service (WUS) de Alemania que tiene como objetivo identificar residencias y lugares donde hicieron sus vidas personas que fueron víctimas de la dictadura. Esta práctica, realizada en Alemania en memoria de los judíos que sufrieron la persecución se llama actualmente Stolpelsteine, se ha podido poner en marcha gracias a un convenio entre el Museo de la Memoria, representado por su director ejecutivo, Francisco Estévez; el alcalde de comuna de Quillota, Luis Mella; y el director del Serviu, Daniel Morales. La idea es mantener viva la memoria en los casos de crímenes de Derechos Humanos.

Para ello, se han instalado en la ciudad de Limache las 5 primeras placas que recuerdan el último lugar de residencia de los detenidos desaparecidos Jaime Aldoney Vargas, Arturo Loo Prado, Carlos Vargas Arancibia y Jorge Villarroel Vilches; y del ejecutado político Oscar Farías Urzua.

“Este proyecto se inspiró en una iniciativa semejante en Alemania. Esto fue algo que inicialmente no sabíamos si iba a resultar, porque había que investigar, había que saber qué personas de esta zona fueron víctimas y también había que encontrarse con las familias. Sin embargo, todo se fue dando hasta que por fin están instaladas estas placas, las cuales expresan nuestra voluntad de que quede aquí este símbolo de memoria. Es un momento significativo para las familias, pero también para Limache, para esta región y para el país”, comentó Francisco Estévez.

El Museo de la Memoria seleccionó a esta primera comuna nombrando a un embajador de la Memoria para realizar la investigación que dio con el paradero de las familias de las víctimas. Fue así como Waldo García y la investigadora Verónica González realizaron el trabajo de reconstrucción de memoria y reparación, en algunos casos, valiéndose del apoyo del Programa de Reparación y Atención Integral de Salud (PRAIS), para los Afectados por violaciones a los Derechos Humanos.

 

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