La voluntad de diversos involucrados en la crisis venezolana se ha conjuntado para reanudar el diálogo y encontrar soluciones. La alternancia en Estados Unidos y la elección de una sede neutral como México, reactivan las esperanzas de llevar a término las negociaciones.
Cdp.- Venezuela por fin podría ver la luz al final del túnel, tras nueve años de sufrir una profunda crisis económica, política y humanitaria. De acuerdo a un informe elaborado por la Escuela de Cultura de Paz de la Universidad de Barcelona, la voluntad de diversos actores con el poder de implementar soluciones sostenibles se ha conjuntado para entablar un diálogo.
El gobierno del presidente Nicolás Maduro, que se retiró de la mesa de negociación durante las últimas dos ocasiones en 2019 y 2021, hoy muestra apertura para la reconciliación con sus opositores políticos, así como con algunos de los países que desconocen su investidura, principalmente Estados Unidos.
Flexibilizar las sanciones internacionales impuestas a Venezuela y recuperar los activos congelados en el extranjero, son hoy las principales motivaciones del mandatario.
Maduro dispuesto al diálogo con opositores, va por activos congelados en el exterior
Desde 2019 el país sudamericano enfrenta un embargo económico que incluye la prohibición de hacer negocios con la empresa estatal Petróleos de Venezuela, y la congelación de activos que ascienden a 6,000 millones de dólares ubicados en bancos del Reino Unido, Portugal y Estados Unidos.
Las sanciones internacionales han agudizado gravemente la crisis venezolana, si bien no fueron responsables de su gestación, limitaron sus fuentes de ingreso y el gasto público y han hecho casi imposible estabilizar la economía del país.
Un estudio realizado por el Centro Investigación Económica y Política, ha desvelado que el mayor daño ha recaído en los más pobres. Las sanciones redujeron la ingesta calórica de la población, aumentaron las enfermedades y la mortalidad tanto de adultos como de menores y dispararon el desplazamiento forzado.
A finales de 2021 ACNUR señaló que la violencia, la inseguridad y las condiciones económicas y médicas de Venezuela habían forzado a casi seis millones de personas a abandonar el país. Imagen: ACNUR/Reynesson Damasceno
Por estas razones la Organización de las Naciones Unidas (ONU) solicitó a la comunidad internacional la retirada de las sanciones económicas impuestas a Venezuela en febrero de 2021, por considerar que estaban teniendo un efecto devastador en la población civil, especialmente en los sectores con menos recursos.
El informe de la ONU sugiere que, con la posibilidad de recuperar sus activos, Venezuela podría mitigar sus carencias de maquinaria, electricidad, agua, combustible, y gas, así como la carencia de alimentos y medicinas.
La mayoría de las sanciones le fueron impuestas por considerar a su gobierno una dictadura, esto luego de que un grupo de países liderados por Estados Unidos calificara de fraudulenta la reelección de Maduro durante los comicios de 2018 y reconociera como presidente interino a su opositor Juan Guaidó.
También la oposición muestra apertura para negociar
Tras la reelección de Maduro un sector de la oposición realizó llamamientos para algún tipo de intervención internacional que pusiera fin a la dramática situación humanitaria, en evidente apoyo a las sanciones provenientes de Estados Unidos.
Sin embargo, a principios de 2021 los opositores se desmarcaron de la estrategia encabezada por la Unión Americana, y a través del excandidato presidencial Henrique Capriles, negociaron con el gobierno de Maduro, para implementar mejores condiciones de convivencia y garantías de participación política.
Fruto de aquel acercamiento se conformó un Consejo Electoral Nacional más inclusivo, esta vez con dos de sus cinco miembros claramente cercanos a la oposición, y se logró que el bloque opositor participara -por primera vez desde 2017- en las elecciones regionales y locales de finales de 2021. A pesar del avance, aquellas elecciones fueron calificadas de irregulares, pues la parte oficialista obtuvo una abultada mayoría.
Cabe señalar que anteriormente la oposición ya había mostrado apertura a la negociación con el gobierno de Maduro: en 2020 el diálogo entre las partes consiguió la liberación de 50 perseguidos políticos y el sobreseimiento de procedimientos judiciales contra otras 60 personas opositoras asiladas y exiliadas.
Alternancia en EU pieza clave para la reconciliación con Venezuela
A nivel internacional una serie de piezas se han movido favorablemente para la reconciliación de Venezuela con la comunidad internacional, y la alternancia en Estados Unidos es quizás la principal.
De acuerdo al informe elaborado por la Escuela de Cultura de Paz de la Universidad de Barcelona, la conclusión del mandato del presidente Donald Trump “conllevó a un escenario más propicio para el diálogo y facilitó una mayor coordinación y coherencia en la gestión de la crisis venezolana por parte de algunos actores de la comunidad internacional”.
Por su parte, el informe de la ONU demostró que, tras la reelección de Maduro en 2018, Trump incrementó las sanciones, la retórica y la presión contra el gobierno venezolano. Entre otras medidas, trató de impedir que recibiera combustible de Irán y presionó para que otros países tampoco suscribieran contratos con Caracas.
El objetivo de Trump era lograr la alternancia del gobierno de Maduro, pero para 2021 estaba suficientemente demostrado que no lo conseguiría, y tal como se comprobó con el tiempo, las sanciones representaron más un castigo colectivo para los venezolanos, que una herramienta de desestabilización gubernamental.
El gobierno venezolano ha reconocido que actualmente el discurso de Washington es menos beligerante.
El informe de la Escuela de Cultura de Paz, resaltó asimismo que el presidente Joe Biden, se declaró abierto a negociar la flexibilización de las sanciones a Venezuela poco después de tomar posesión en enero de 2021. De hecho, Biden ha relajado las sanciones en las transacciones en puertos y aeropuertos, y la autorización para exportar gas propano a Venezuela en diversas ocasiones.
El propio gobierno venezolano ha reconocido que actualmente el discurso de Washington es menos beligerante, aún a pesar de que el presidente estadounidense en turno todavía no reconoce de manera oficial la investidura de Maduro.
México, sede neutral que favorece el diálogo
Por su posición de neutralidad es de gran valor que las negociaciones entre Venezuela y sus opositores se realicen en México, asumen analistas del tema según el informe de la Escuela de Cultura de Paz.
Al retirar su membresía del Grupo de Lima el presidente Andrés Manuel López Obrador fijó su posición de neutralidad en el conflicto venezolano. Se trata de un grupo que por años fue abiertamente crítico a las posiciones de Nicolás Maduro.
Andrés Manuel López Obrador, presidente de México y Francisco Javier Arias Cárdenas, embajador de Venezuela en el país.
Cabe destacar que la comunidad internacional apoyó unánime y decididamente a México como sede de las negociaciones que se iniciaron en agosto de 2021 y se interrumpieron antes de la cuarta ronda en octubre del mismo año.
La mesa puesta para las negociaciones, pero…
La voluntad al diálogo expresada tanto por Maduro como por sus oponentes políticos, la neutralidad de la sede, la alternancia de gobierno en Estados Unidos y la unidad demostrada por la comunidad internacional, han puesto la mesa para posibilitar la reanudación de las negociaciones interrumpidas en 2021, sin embargo, algunos líderes opositores aseguran que Maduro utiliza la reanudación de las negociaciones para ganar tiempo, fortalecer sus posiciones, desmovilizar a la ciudadanía y deslegitimar y dividir a la oposición.
A pesar de que todas las piezas parecen estar dadas para la reanudación de las negociaciones, persiste el escepticismo entre ciertos sectores ya que ninguna de las cinco mesas de negociación implementadas anteriormente -desde el 2013- ha fructificado hasta ahora.
Incluso hay algunos que se muestran reacios a que las negociaciones se reanuden y concluyan con éxito, pues sostienen que el gobierno de Maduro desea la liberación de un empresario colombiano como condición, un asunto cuya solución no depende directamente de la oposición y excede su injerencia en temas de política interior en pos de una solución venezolana.
La agenda de negociación entre el gobierno de Maduro y la oposición se integra de siete puntos: derechos políticos, cronograma electoral con garantías, respeto al Estado de derecho, levantamiento de sanciones, renuncia a la violencia, medidas de protección social y garantías de implementación de lo acordado.