El cierre del espacio aéreo en Marruecos tomó por sorpresa a cientos de visitantes de todo el mundo , y tanto el sector turístico de ese país, así como ciudadanos de a pie, mostraron su hospitalidad abriendo desde sus casas hasta establecimientos de 5 estrellas para hospedar a los viajeros varados por la contingencia sanitaria del coronavirus.
A pesar de la crisis global en el sector turístico, la joya marroquí de Fez mostró su solidaridad y buena voluntad con los turistas y viajeros varados por la contingencia sanitaria actual.
El empresario Khalid Benamor, propietario del Riad Arabesque, anunció que abriría su casa sin ningún cargo para los viajeros que debieron permanecer en esta capital espiritual de Marruecos. “Recibimos a los turistas que se quedaron, y además de la estancia, ofrecimos para ellos también la comida… recibiremos visitantes sin recursos, ellos son estos días nuestros invitados hasta la reapertura de nuestras fronteras, y cuando puedan volver a sus destinos originales o sus países de origen”, dijo Benamor, quien agregó que Marruecos y especialmente la localidad de Fez, tienen una antigua vocación para la hospitalidad, y que este es el momento ideal para retomar esa tradición.
Por otro lado en Rabat, la capital, la Embajada de Estados Unidos en Marruecos hizo público su agradecimiento a través de las redes sociales para expresar un reconocimiento a los marroquíes por su hospitalidad durante la crisis del covid19, que dejó a cientos de ciudadanos norteamericanos varados en el país tras la abrupta suspensión de vuelos internacionales, como parte de las medidas que esta nación ha implementado para evitar la propagación del contagio.
«Los últimos días no han tenido precedentes», escribió la embajada en Twitter en inglés y árabe. «Nos gustaría agradecer a todos los marroquíes en Marrakech y en este país extraordinario por la amabilidad y la generosidad que han mostrado y siguen mostrando a nuestros ciudadanos».
Los comentarios de los usuarios en Twitter no se hicieron esperar: “Soy uno de los muchos estadounidenses varados que todavía están aquí en Marruecos, hospedados por una cálida, generosa y amorosa familia marroquí. Estoy y siempre estaré en deuda con Marruecos y su gente», respondió un internauta, ofreciendo un excelente ejemplo de la hospitalidad que los marroquíes han mostrado a los extranjeros que luchan por regresar a sus hogares.
Cuando Marruecos suspendió todos los vuelos internacionales hasta nuevo aviso el pasado 15 de marzo, miles de turistas se apresuraron a los aeropuertos de todo el país, luchando por asegurar un asiento en uno de los pocos vuelos de repatriación a Europa, pero Estados Unidos no organizó vuelos de repatriación para sus nacionales sino hasta el 20 de marzo, y todos los vuelos excepcionales se detuvieron el 22 de marzo.
En lugar de capitalizar la incertidumbre y aumentar los precios, muchos hoteleros marroquíes, e incluso propietarios, abrieron sus puertas a los extranjeros varados de forma gratuita.
El ejemplo más emblemático fue la medina de Fez y el Riad Arabesque, un imponente establecimiento de 5 estrellas que dio hospedaje y alimentos gratuitos para todos los visitantes que perdieron sus vuelos debido a la contingencia. «Sin dudarlo, tuvimos la idea de abrir nuestras puertas de forma gratuita a los turistas tan pronto como supimos de la cancelación de todos los vuelos internacionales», dijo Jaafar Benamor, el gerente del hotel.
Pero los casos fueron diversos y en todo el territorio. Los propietarios de hoteles y los lugareños generosos del desierto de Merzouga de Marruecos también ofrecieron hospedar a los turistas de forma totalmente gratuita mientras duraba la emergencia.
Casi de forma espontánea, por todo el territorio de Marruecos la experiencia se repetía. También otros grandes hoteles se sumaron a esta iniciativa, «Decidí alojar a los turistas atrapados en la región debido a la suspensión de los viajes internacionales», dijo aMoha Ouha, gerente de Madu Riad. «Estamos colaborando con los jóvenes de la región que trabajan en el sector turístico para ofrecer un buen alojamiento a los turistas atrapados cerca de nosotros (…) La generosidad y la hospitalidad son parte de nuestra cultura y tradiciones amazigh (bereber) marroquí.”
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