En cuarentena y desde la cocina, Kristhell se convierte en la primera Astrofísica de Guatemala

Kristhell Marisol López se convirtió en la primera astrofísica guatemalteca y probó así que los sueños se persiguen hasta el final, aun en tiempos de Covid 19

Cdp/Isela Carrasco Reyes.- Después de 14 años de preparación Kristhell Marisol López finalmente se convirtió en la primera Astrofísica de Guatemala.

Se graduó del doctorado con seriedad y sencillez, desde la cocina de su casa, pues la cuarentena impuesta para frenar el contagio de la Covid-19 impidió que el acto se realizara de manera pública, lejos de la pompa y los recintos universitarios.

Defendió su tesis a través de la plataforma Zoom, en una sesión donde sólo estaban conectados de forma directa la aspirante y el profesorado evaluador, aunque la peculiar defensa de tesis la pudo observar todo aquel que quisiera sumarse al streaming.

Kristhell estudió el doctorado en la Universidad Radboud de Nijmegen en conjunto con el Instituto Neerlandés de Investigación espacial SRON en Holanda y realizó la tesis “Análisis espectral y de imagen de las contrapartes de agujeros negros activos”.

Kristhell se abrió paso dentro de una profesión dominada por hombres | Imagen: Twitter K.M. López, PhD

“Desde que nos pusieron en cuarentena voluntaria yo dije: ¡Ay Dios mío, no, ya no va a suceder mi defensa de tesis! Y cada día mi supervisor iba cambiando los planes. Primero: ‘sólo puedes tener 100 personas [en la defensa de tesis], después: no, solo cuarenta, veinte personas; no, ya sólo pueden estar tú y tu novio y los demás en línea, y al final, me dijo: todo va a ser en línea”, explicó la doctora en entrevista para Corresponsal de Paz.

 CdP: ¿Cómo fue hacer una defensa de tesis por internet?

Bueno, a mí me preguntaron si yo quería mantener la fecha asignada, y yo ya tenía toda la ansiedad encima, así que decidí continuar. Ya no me importa nada, aunque todo fuera virtual. Así que lo hice desde la cocina de mi casa. Aquí en Holanda las defensas de doctorado suelen ser eventos increíbles y públicos… todos pueden asistir, entonces tu familia está ahí, tus amigos, tus colegas. Los profesores se visten con sus togas y todos van muy elegantes.

CdP: ¿Cómo nació el sueño de convertirte en astrofísica?

“Desde pequeña siempre quise ser astronauta (…) veía películas de todo eso y me dije: eso es todo lo que yo quiero hacer (…) pero después me di cuenta de que, si ni siquiera puedo sobrevivir a una montaña rusa por la sensación en mi estómago, mucho menos a un viaje al espacio. Pero el universo me seguía atrayendo, (…) cuando era niña mis papás me regalaron un telescopio para Navidad, y pasaba noches enteras viendo el cielo, las estrellas y tratando de entender a los planetas y sus constelaciones, tratando de ver a Venus, por ejemplo”.

Estudiar el cielo siendo mujer y guatemalteca es un privilegio terrestre, dice Kristhell | Imagen: Blog de Ekpa’palek

CdP: ¿Qué desafíos te implicó perseguir tu sueño?

Una de las maneras en que [las personas se convierten en astrofísicos] es estudiar primero física y después astrofísica. Otros en cambio, estudian astronomía o astrofísica desde licenciatura y después la maestría o el doctorado, pero esto en Guatemala es imposible, no se puede estudiar astrofísica en ningún nivel (…) yo estudié la Licenciatura en Física en la Universidad del Valle de Guatemala, porque era una de las maneras de acercarme a mi sueño (…) porque cuando haces maestría en astrofísica, ya debes tener una base sólida en física, y eso sí lo podía hacer estando en Guatemala.

CdP: ¿Cómo fue estudiar física en Guatemala?

Yo estudié en una universidad privada, es uno de los privilegios que tuve, no depender de la universidad pública en dónde muchas veces no te dan la clase si no hay suficientes alumnos.

Obtuve una beca parcial por dos años y ya después, en el tercero y el cuarto año, empecé a trabajar como auxiliar de laboratorio y entonces, me pagaban un poquito, eso me ayudaba con los gastos de la universidad.

La carrera me costó muchísimo porque física siempre se me dio mal en el colegio, entonces, yo ya sabía que la universidad iba a ser difícil para mí, aunque también sabía que era la única manera.

Yo era la única mujer entre varios hombres y no me sentía tan capaz y que tenía todo en mi contra, porque veía que a mis compañeros se les daba con facilidad, y pensaba cosas como: ¡Ay, dios mío, Yo no voy a ser tan buena como ellos! ¿Por qué ellos le entienden tan rápido y yo no? (…) a veces, debo confesar que tenía la impresión de que ellos pensaban lo mismo de mí.

CdP: ¿Cómo llegaste al doctorado en Holanda después de concluir la carrera?

Después de cuatro años la verdad estaba muy cansada porque la carrera me costó muchísimo, pero salí y empecé a trabajar en la universidad por tres años, tenía que ahorrar para irme a estudiar a otro país y aplicar a becas pues con mi propio dinero jamás hubiera podido pagar una carrera en el extranjero, jamás.

Durante esos años también empecé a hacer currículum, pues además de mis observaciones con el telescopio cuando era niña no tenía ninguna experiencia en astronomía. Así que hicimos un club, organizamos charlas y observaciones astronómicas.

Después, comencé a enviar solicitudes a la Fulbright en Estados Unidos, a la Fundación Carolina en España y apliqué a la beca de Erasmus Mundus en Europa, la que al final me dieron. Gracias a dios me salió la beca, porque de no haber ido así, y con el salario que tenía, yo jamás hubiera podido salir de Guatemala para estudiar en otro país.

Yo sabía que iba a competir con gente de todo el mundo, gente que en sus propias universidades tienen observatorios y mucha experiencia astronómica, algo de lo que yo carecía, así que también me puse a ver lo que se hacía en otros lugares para tener ideas de qué hacer (…) y todo resultó muy bien, me dieron una beca completa para venir a Europa.

Estudié la maestría en astrofísica en Austria y después apliqué para programas de doctorado y salió este programa de cuatro años en Holanda.

Sabía que iba a competir con gente de todo el mundo, gente que en sus propias universidades tienen observatorios y mucha experiencia astronómica, algo de lo que yo carecía, confesó Kristhell | Imagen: Blog de Ekpa’palek

CdP: ¿Alguna reflexión tras el logro de tu objetivo?

Estudiar el cielo siendo mujer y guatemalteca es un privilegio terrestre.

Yo llegué hasta donde estoy ahora por muchísimas buenas oportunidades y buena suerte, pero hay mucha gente que ni siquiera puede estudiar, mucho menos llegar a la universidad. En Guatemala las comunidades indígenas tienen otra lengua, y yo tuve también ese privilegio de poder formarme en mi propia lengua materna, porque es algo que no todos pueden tener.

Yo estoy muy agradecida y siento que este sueño que he conseguido también representa algo fuerte para Guatemala, porque a las mujeres siempre nos han dicho que no somos buenas para la ciencia o para las matemáticas, y el hecho de que yo haya conseguido salir de ese molde impuesto creo que también da un buen mensaje.

CdP: ¿Y sobre la particular pandemia que nos tocó vivir?

Este tiempo de crisis en el que muchos tenemos el privilegio de quedarnos en casa es un buen momento para reflexionar sobre cómo las acciones de unas pocas personas pueden afectar a tantos (…) esta cuarentena voluntaria está ayudando a mucha gente y eso es como un efecto dominó, por eso es importante que analicemos que las acciones aparentemente pequeñas pueden tener efectos grandes.

Tenemos una oportunidad de mirar hacia el cielo y ver la inmensidad que nos rodea para sentir y darnos cuenta de que no estamos solos en esto.

Yo creo que no estamos solos en el universo, y aunque esto no se ha confirmado, en mi opinión la probabilidad de nuestra soledad es muy pequeña con tantos planetas y tantos sistemas solares que existen ahí afuera (…) si nos damos cuenta de que no estamos solos, y de que podemos disfrutar, completamente gratis, de la inmensidad del universo con solo voltear al cielo nocturno, eso a mí me trae mucha paz.